La producción de “GOOD”, una revista digital, le colocó un monitor cardiaco a un hombre con el objetivo de mostrar cuál era la evolución de los latidos antes, durante y después de pedir matrimonio.
En 40 minutos, tiempo en que duró el procedimiento, el varón pasa por todo tipo de emociones, antes de hacer la petición, los latidos del protagonista llegan hasta 90 por segundo, en el preciso instante en que pide a la mujer que se case con él, los latidos aumentan a 130 por segundo.
Con información de El Comercio.