Ha vuelto a saltar la polémica en torno a una de las figuras más impactantes de la música actual, y es que Avril Lavigne, a quien hace poco se la acusó de racista y tener mal gusto por sus fans en Japón, donde grabó un vídeo con la estética de Hello Kity a la vez que de una manera despectiva mostraba una imagen de la sociedad nipona poco acertada, ahora posa junto a sus admiradores por 400 dólares, pero sin tocarla.
Y es que muchas veces los famosos deberían rodearse de asesores más profesionales, que aconsejaran a las estrellas con más profesionalidad, y esto no ha sucedido con Lavigne, que en su visita a Brasil tenía concertada una sesión fotográfica con sus admiradores, eso si, por una módica cantidad de 400 dólares. El problema vino más tarde al enterarse los entusiasmados fans que en ningún momento y bajo ningún concepto podían tocar a la cantante.
Tras conocerse este detalle han saltado las alarmas en las redes sociales, donde la cantante Avril Lavigne no ha quedado en muy buen lugar, más aún sabiendo que se trata de una práctica muy extendida entre los famosos, pero ninguno puso tantas trabas a sus fans. Lo cierto es que visionar las imágenes de los fans de la cantante, deja la duda de si el comportamiento de Lavigne fue el más adecuado.
Via Objetivo Famosos